Poor Things: Godwin y el dios fallido

Melecio Figueroa
3 min readFeb 3, 2024

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La última entrega de Yorgos Lanthimos, Poor Thinks, ha resultado un éxito tanto en taquilla como para la crítica. Lo primero quizás se deba a su excelente reparto: Emma Stone, Mark Ruffalo y Willem Dafoe. Esta es la descripción de Wikipedia:

La trama se centra en Bella Baxter (Emma Stone), una joven inglesa que vive en el Londres steampunk retrofuturista de la época victoriana y que, después de haber sido crudamente resucitada por un científico tras su suicidio, se escapa con un abogado libertino para embarcarse en una aventura en una odisea de autodescubrimiento, empoderamiento y liberación sexual.

Como caracteriza al director, la crítica social es muy evidente. La trama podría dividirse en cuatro momentos; tres actitudes sobre la conciencia y una síntesis. La primera parte podríamos llamarla la Metafísica, es decir, una perspectiva del mundo más allá del mundo. El intento por entender el Ser y el Mundo más allá de su materialidad. Esto, casi siempre, nos lleva a una discusión sobre Dios y lo divino.

En la película encontramos una reflexión punzante sobre estos temas; la moral, la vida, Dios, la creación. Esto queda claro en que el científico se llama Godwin y de cariño le dicen God, es decir “dios” en inglés. Este hecho se nos presenta como una ironía que funciona como chiste y como discurso a la vez. Casi al inicio de la película su aprendiz le dice: “No sé si creo en la religión, pero creo en Dios”, a lo que Godwin responde a modo de broma: “¿En mi o en el Creador?”. Este no es un chiste para nada inocente, sino que va a marcar la pauta, al menos de la primera parte del largometraje.

La filósofa Alenka Zupancic es quien mejor nos ha hecho ver que no deberíamos desdeñar para nada la función discursiva de la comedia y humor. Señala que “la comedia es materialista porque ve el giro de la materialidad hacia el espíritu puro y el espíritu puro hacia algo material como uno y el mismo movimiento”. La comedia es la materialidad en su mismo movimiento: las cosas y los hechos no como algo dado, sino como algo transitorio, que como tal puede cambiar.

El chiste mencionado hace un paralelismo entre el nombre del científico y la máxima divinidad. Lo que da risa en un primer momento es la arrogancia con la que se atreve a dudar de su equivalencia con Dios. Pero deberíamos ir más allá: el chiste no solo nos hace ver la ridiculez de llamarse a sí mismo Dios, sino que nos debería hacer pensar lo absurdo de que el mismo Dios se llame Dios. Radicalmente, solo a través de la acción humana, en este caso del científico, Dios tiene un nombre.

Dios/God es un científico que “juega” con la vida, que hace experimentos extraños, más bien aberraciones. Pero en ningún momento se siente como maldad, sino como un interés genuino en la ciencia y su mejoramiento. Si leemos el Génesis, el primer libro de la Biblia, podemos notar que muchas cosas que hace Dios son para corregir sus propios errores; el fruto del conocimiento, el arca de Noé, la Torre de Babel. Dios/God crea vida, pero no sin errores. No es que Godwin sea un dios fallido, sino que el mismo Dios es un dios fallido.

A su vez, Godwin se convierte en una especie de padre adoptivo de Bella. Incluso, al principio, resultan confusas las actitudes incestuosas de ambos: ella queriendo mucho contacto físico, pero él comportándose como un padre, tomando una distancia prudente. Casi al final de la película declara algo así como: “mis sentimientos paternales eran más fuertes que mi deseo sexual”. Es decir, no niega ambos aspectos. Godwin es científico/creador, a la vez que un director de la moral, algo así como un “dios mundano”. Lo que nos lleva a la segunda parte de la película.

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